Alejandra Venegas. Nubada
Por Magnolia de la Garza
La obra de Alejandra Venegas toma como punto de partida una interpretación del paisaje aledaño a su casa en San Andrés Ahuayucan, uno de los pueblos altos de Xochimilco en el que la artista suele hacer caminatas. Este lugar se ubica en una zona periurbana donde basta caminar unos cuantos minutos por los cerros para encontrar milpas y bosques, desde los que se vislumbran pueblos cercanos y la inmensidad de la ciudad. Xochimilco sigue conservando mucha riqueza natural: zonas boscosas de encinos, ocotes y madroños que bordean los cultivos y que contrastan con el paisaje urbano.
Las caminatas por estos parajes, han llevado a Venegas a fijar su atención en distintos elementos que componen ese paisaje particular y que corresponde más a los entornos rurales. Las obras de la artista que resultan de estos recorridos no son un registro ilustrativo de sus trayectos, sino apuntes personales de sus observaciones y experiencias durante la caminata. Venegas se inscribe dentro de una tradición que nace a principios de la época moderna, en la que pintores y poetas empezaron a reflexionar sobre el fenómeno del paisaje como el único elemento capaz de mediar entre el hombre y la inmensidad de la naturaleza, y en la que las caminatas eran un medio de observación y de meditación.
La artista cambia de ruta durante sus trayectos, al mismo tiempo que los paisajes se transforman con cada estación. Venegas observa y registra estos cambios: las flores que han aparecido, el surgimiento de distintos hongos, el crecimiento de los cultivos, la mudanza de color de los árboles y pastizales. Así, los cambios que trae consigo la época de lluvia llevan a esta nueva producción de piezas que se presenta en Nubada.
En trabajos anteriores, las montañas y los cerros que conforman el paisaje circundante estaban más presentes, en cambio, para Nubada la artista pone atención a los elementos atmosféricos, como son las nubes y la lluvia. Nubada es la palabra que designa una lluvia intensa y corta que cae abruptamente en un lugar específico. Así, en la exposición vemos casi como leitmotiv la representación de estas nubes y el agua de colores, las cuales emergen de la madera tallada y pintada por la artista.
Venegas hace emerger las formas en la madera para crear los relieves que posteriormente cubre con pintura de colores. El color en sus obras no responde a un aspecto naturalista, sino expresivo y juega siempre con la propia textura de la madera, la cual no trata de ocultar. En un entendimiento del material con el que trabajo, la artista aplica el color respondiendo a las características de la madera, así, decide si cubrir toda la superficie con distintos colores, aplicar capas más ligeras de pintura que dejen ver la veta o incluso dejar la madera al natural solo con algunas aplicaciones de color que acentuan el relieve.
Para esta nueva producción de piezas, Venegas presenta una serie de nubes, las cuales vincula con la abundancia y la renovación en el ciclo hidrológico. Este interés por representar la exhuberancia que trae el agua se refleja también en las piezas en las que la artista talla filodendros o alcatraces. Estas flores, pintadas en distintas ocasiones por Diego Rivera, aparecen también en esculturas y relieves de distintas culturas mesoamericanas. En Xochimilco, por ejemplo, se encuentra un petroglifo con la representación de un huacalxóchitl que es el nombre náhuatl para un tipo de alcatraz que se asociaba con la sensualidad. Las flores no son los únicos símbolos de voluptuosidad en Nubada, también los saltamontes apareándose y los abrazos entre cuerpos celestes, como la luna y el sol, hacen eco de esa sensualidad que la artista asocia con la lluvia.
En este conjunto de obras, la artista representa fragmentos del paisaje que pueden asociarse a los recuerdos o momentos específicos de sus caminatas. Las excursiones por lugares cercanos a su casa vuelven a ser el detonante de sus reflexiones; en este caso, el vínculo entre el fragmento y la memoria está relacionado con un recuerdo de su infancia, en el que buscaba pequeños pedazos de cerámica o tepalcates e imaginaba los objetos completos de los cuales habían sido parte estos fragmentos. Así, la memoria y el paisaje en su obra se van contruyendo de distintos momentos. Las obras de Venegas nos presenta escenas que nos hacen mirar con añoranza una idea de naturaleza que está desapareciendo de la vida urbana, pero que, si se mira con atención, sigue estando ahí.
Alejandra Venegas. Nubada
By Magnolia de la Garza
The point of departure for Alejandra Venegas’s work is an interpretation of the landscape around her home in San Andrés Ahuayucan, a town in the heights of Xochimilco where the artist customarily goes for walks. It is situated in a peri-urban area where hiking through the hills for just a few minutes suffices to reach corn fields and forests, from which nearby towns and the vastness of Mexico City can be seen. Xochimilco still has a wealth of natural resources, including wooded areas full of oak trees, Montezuma pines, and madrones that border the fields and contrast with the urban landscape.
Walking through these areas has led Venegas to focus her attention on the different elements that make up that particular landscape, corresponding to its more rural surroundings. The works that have resulted from these day trips are not an illustrated record of the routes she has taken, but rather personal field notes of her observations and experiences during the walks. Venegas thus inscribes herself within a tradition that arose at the outset of the modern era, whereby painters and poets began to reflect on the phenomenon of the landscape as the only element capable of mediating between humankind and the immensity of nature, and in which walks were a means of observation and meditation.
The artist’s route changes during her journeys, and the landscapes likewise change with the passage of each season. Venegas observes and records these changes: the blossoming of flowers, the appearance of different fungi, the growth of crops, the shifting colors of trees and meadows. The changes wrought by the rainy season thus led her to produce the new series of pieces presented in Nubada.
In earlier works, the mountains and hills that encircle the surrounding landscape were more present; in Nubada, by contrast, the artist’s attention is on meteorological phenomena like clouds and rain. Downpour—Nubada in Spanish—designates an intense but brief rain that falls abruptly on a specific locale. Thus, the representation of multi-color clouds and water emerging from wood that has been carved and painted by the artist almost becomes a leitmotif of the exhibition.
Venegas causes the forms to emerge from wood panels, creating reliefs to which she then applies colorful paint. Her approach to color is expressive rather than naturalist, and always plays with the wood’s own texture, which she does not try to hide. Understanding the material with which she works, the artist applies color according to the characteristics of the wood, thus deciding whether to cover the surface with different colors, to apply lighter layers of painting that allow the grain to be seen, or even to leave the wood largely in its natural state with just a few applications of color to accentuate the relief.
In this new set of pieces, Venegas presents a series of clouds, associated with the abundance and renewal of the hydrological cycle. This interest in representing the exuberance made possible by water is also reflected in the pieces in which the artist has carved philodendrons and calla lilies. These flowers, which had been famously been featured in various paintings by Diego Rivera, also appear in sculptures and reliefs by different Mesoamerican cultures. In Xochimilco, for example, there is a petroglyph with the representation of a huacalxóchitl, the Nahuatl name for a kind of calla lily associated with sensuality. Flowers are not the only symbols of voluptuousness in Downpour; there are also mating grasshoppers and celestial bodies like the Sun and Moon in an embrace, echoing the sensuality that the artist associates with the rain.
In this set of works, the artist represents fragments of the landscape that can be associated with specific memories or moments from her walks. Her excursions through places near her home come to trigger her reflections; in this case, the link between the fragment and the memory is related to a childhood memory of a time when she was looking for little pieces of broken ceramics, or tepalcates, and imagining the complete objects of which these fragments would have been parts. Memory and landscape in her work are built out of different moments. Venegas’s pieces present us with scenes that make us gaze longingly at an idea of nature that is disappearing from urban life, but which, if we look closely, is still there.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat. Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur.
Block quote
Ordered list
Unordered list
Bold text
Emphasis
Superscript
Subscript
Alejandra Venegas. Nubada
Por Magnolia de la Garza
La obra de Alejandra Venegas toma como punto de partida una interpretación del paisaje aledaño a su casa en San Andrés Ahuayucan, uno de los pueblos altos de Xochimilco en el que la artista suele hacer caminatas. Este lugar se ubica en una zona periurbana donde basta caminar unos cuantos minutos por los cerros para encontrar milpas y bosques, desde los que se vislumbran pueblos cercanos y la inmensidad de la ciudad. Xochimilco sigue conservando mucha riqueza natural: zonas boscosas de encinos, ocotes y madroños que bordean los cultivos y que contrastan con el paisaje urbano.
Las caminatas por estos parajes, han llevado a Venegas a fijar su atención en distintos elementos que componen ese paisaje particular y que corresponde más a los entornos rurales. Las obras de la artista que resultan de estos recorridos no son un registro ilustrativo de sus trayectos, sino apuntes personales de sus observaciones y experiencias durante la caminata. Venegas se inscribe dentro de una tradición que nace a principios de la época moderna, en la que pintores y poetas empezaron a reflexionar sobre el fenómeno del paisaje como el único elemento capaz de mediar entre el hombre y la inmensidad de la naturaleza, y en la que las caminatas eran un medio de observación y de meditación.
La artista cambia de ruta durante sus trayectos, al mismo tiempo que los paisajes se transforman con cada estación. Venegas observa y registra estos cambios: las flores que han aparecido, el surgimiento de distintos hongos, el crecimiento de los cultivos, la mudanza de color de los árboles y pastizales. Así, los cambios que trae consigo la época de lluvia llevan a esta nueva producción de piezas que se presenta en Nubada.
En trabajos anteriores, las montañas y los cerros que conforman el paisaje circundante estaban más presentes, en cambio, para Nubada la artista pone atención a los elementos atmosféricos, como son las nubes y la lluvia. Nubada es la palabra que designa una lluvia intensa y corta que cae abruptamente en un lugar específico. Así, en la exposición vemos casi como leitmotiv la representación de estas nubes y el agua de colores, las cuales emergen de la madera tallada y pintada por la artista.
Venegas hace emerger las formas en la madera para crear los relieves que posteriormente cubre con pintura de colores. El color en sus obras no responde a un aspecto naturalista, sino expresivo y juega siempre con la propia textura de la madera, la cual no trata de ocultar. En un entendimiento del material con el que trabajo, la artista aplica el color respondiendo a las características de la madera, así, decide si cubrir toda la superficie con distintos colores, aplicar capas más ligeras de pintura que dejen ver la veta o incluso dejar la madera al natural solo con algunas aplicaciones de color que acentuan el relieve.
Para esta nueva producción de piezas, Venegas presenta una serie de nubes, las cuales vincula con la abundancia y la renovación en el ciclo hidrológico. Este interés por representar la exhuberancia que trae el agua se refleja también en las piezas en las que la artista talla filodendros o alcatraces. Estas flores, pintadas en distintas ocasiones por Diego Rivera, aparecen también en esculturas y relieves de distintas culturas mesoamericanas. En Xochimilco, por ejemplo, se encuentra un petroglifo con la representación de un huacalxóchitl que es el nombre náhuatl para un tipo de alcatraz que se asociaba con la sensualidad. Las flores no son los únicos símbolos de voluptuosidad en Nubada, también los saltamontes apareándose y los abrazos entre cuerpos celestes, como la luna y el sol, hacen eco de esa sensualidad que la artista asocia con la lluvia.
En este conjunto de obras, la artista representa fragmentos del paisaje que pueden asociarse a los recuerdos o momentos específicos de sus caminatas. Las excursiones por lugares cercanos a su casa vuelven a ser el detonante de sus reflexiones; en este caso, el vínculo entre el fragmento y la memoria está relacionado con un recuerdo de su infancia, en el que buscaba pequeños pedazos de cerámica o tepalcates e imaginaba los objetos completos de los cuales habían sido parte estos fragmentos. Así, la memoria y el paisaje en su obra se van contruyendo de distintos momentos. Las obras de Venegas nos presenta escenas que nos hacen mirar con añoranza una idea de naturaleza que está desapareciendo de la vida urbana, pero que, si se mira con atención, sigue estando ahí.
Hand-carved relief on red cedar, gouache, and wax
44.49 x 22.83 x 1.97 in
Relieve tallado a mano sobre cedro rojo, gouache y cera
113 x 58 x 5 cm
Hand-carved relief on red cedar, gouache, and wax
44.09 x 27.56 x 2.17 in
Relieve tallado a mano sobre cedro rojo, gouache y cera
112 x 70 x 5.5 cm
Hand-carved relief on Xiloxochitl wood, gouache and wax
23.43 x 16.34 x 1.94 in
Relieve tallado a mano y ensamblado en madera de Xiloxochitl, gouache y cera
59.5 x 41.5 x 5 cm
Hand-carved relief on Xiloxochitl wood, gouache, and wax
24.09 x 17.91 x 1.97 in
Relieve tallado a mano sobre madera de Xiloxochitl, gouache y cera
61.2 x 45.5 x 5 cm
Gouache and Chinese ink on paper
39.57 x 27.76 x 1.57 in
Gouache y tinta china sobre papel
100.5 x 70.5 x 4 cm
Hand-carved relief on Xiloxochitl wood, gouache, and wax
24.21 x 17.91 x 1.97 in
Relieve tallado a mano sobre madera de Xiloxochitl, gouache y cera
61.5 x 45.5 x 5 cm
Gouache & charcoal on paper
19.88 x 15.516 x 1.57 in
Gouache y carboncillo sobre papel
50.5 x 38.5 x 4 cm
Gouache & charcoal on paper
19.88 x 15.16 x 1.57 in
Gouache y carboncillo sobre papel
50.5 x 38.5 x 4 cm
Hand-carved relief on Xiloxochitl wood, gouache, and wax
23.43 x 17.91 x 1.97 in
Relieve tallado a mano sobre madera de Xiloxochitl, gouache y cera
59.5 x 45.5 x 5 cm
Hand-carved relief on Xiloxochitl wood, gouache, and wax
22.64 x 16.34 x 1.97 in
Relieve tallado a mano y ensamblado en madera de Xiloxochitl, gouache y cera
57.5 x 41.5 x 5 cm
Hand-carved relief and assembled Xiloxochitl wood, gouache, and wax
32.48 x 17.91 x 2.17 in
Relieve tallado a mano y ensamblado en madera de Xiloxochitl, gouache y cera
82.5 x 45.5 x 5.5 cm
Hand-carved relief on walnut wood, gouache and wax
19.69 x 11.81 x 2.56 in
Relieve tallado a mano sobre madera de nogal, gouache y cera
50 x 30 x 6.5 cm
Hand-carved relief on red cedar, gouache, and wax
44.49 x 22.83 x 1.97 in
Relieve tallado a mano sobre cedro rojo, gouache y cera
113 x 58 x 5 cm
Hand-carved relief and assembled Xiloxochitl wood, gouache, and wax
23.43 x 23.23 x 1.97 in
Relieve tallado a mano y ensamblado en madera de Xiloxochitl, gouache y cera
59.5 x 59 x 5 cm
Hand-carved relief on Xiloxochitl wood, gouache, and wax
9.65 x 9.65 x 1.18 in
Relieve tallado a mano sobre madera de Xiloxochitl, gouache y cera
24.5 x 24.5 x 3 cm
Hand-carved relief on Xiloxochitl wood, gouache, and wax
16.73 x 16.54 x 2.17 in
Relieve tallado a mano sobre madera de Xiloxochitl, gouache y cera
42.5 x 42 x 5.5 cm
Hand-carved relief on banak wood, gouache and wax
14.17 x 19.88 x 1.97 in
Relieve tallado a mano sobre madera de banak, gouache y cera
36 x 50.5 x 5 cm
Diptych of hand-carved sculptures of walnut wood, gouache and wax
23.62 x 28.74 x 2.36 in
Díptico de esculturas talladas a mano en madera de nogal, gouache y cera
60 x 73 x 6 cm
The rich text element allows you to create and format headings, paragraphs, blockquotes, images, and video all in one place instead of having to add and format them individually. Just double-click and easily create content.
A rich text element can be used with static or dynamic content. For static content, just drop it into any page and begin editing. For dynamic content, add a rich text field to any collection and then connect a rich text element to that field in the settings panel. Voila!
Headings, paragraphs, blockquotes, figures, images, and figure captions can all be styled after a class is added to the rich text element using the "When inside of" nested selector system.